Monday, March 14, 2005

EL SONETO 2 (2 de 5)

LA RIMA DEL SONETO

A confluencia de los sonidos, resultante de los diferentes tipos de rima, es el hilo conductor que podemos tender en un soneto.

Los cuartetos tienen dos rimas en común cuyas combinaciones son del tipo:
ABBA
ABBA

En los tercetos la rima es más libre, aunque las combinaciones habituales son:

Con dos rimas
CDC - DCD
CDC – CDC
CDD – DCC

Con tres rimas
CDE – CDE
CDE – DCE
CDE – DEC
CDE – EDC

Veamos algunos ejemplos

Soneto de dos cuartetos y dos tercetos con dos rimas:

Mientras por competir con tu cabello A
oro bruñido al sol relumbra en vano, B
mientras con menosprecio en medio el llano B
mira tu blanca frente el lilio bello; A


mientras a cada labio, por cogello, A
siguen más ojos que al clavel temprano, B
y mientras triunfa con desdén lozano B
del luciente marfil tu gentil cuello; A

goza cuello, cabello, labio y frente, C
antes que lo que fue en tu edad dorada D
oro, lilio, clavel, cristal luciente, C

no sólo en plata o víola truncada D
se vuelva, mas tú y ello juntamente C
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. D


Luis de Góngora

Soneto compuesto de dos cuartetos y dos tercetos con tres rimas:

SONETO XIII

A Dafne ya los brazos le crecían A
y en luengos ramos vueltos se mostraban; B
en verdes hojas vi que se tornaban B
los cabellos qu´el oro escurecían; A


de áspera corteza se cubría A
los tiernos miembros que aún bullendo estaban; B
los blancos pies en tierra se hinchaban B
y en torcidas raíces se volvían. A

Aquél fue la causa de tal daño C
a fuerza de llorar, crecer hacía D
este árbol, que con lágrimas regaba. E

¡Oh miserable estado, oh mal tamaño, C
que con llorarlo crezca cada día D
la causa y la razón por que lloraba! E


Garcilaso de la Vega

Soneto de tres rimas, pero con una combinación diferente a la anterior:

Si ya la vista, de llorar cansada, A
de cosa puede prometer certeza, B
bellísima es aquella fortaleza B
y generosamente edificada. A


Palacio es de mi bella celebrada, A
templo de Amor, alcázar de nobleza, B
nido del Fénix de mayor belleza B
que bate en nuestra edad pluma dorada. A

Muro que sojuzgáis el verde llano, C
torres que defendéis el noble muro, D
almenas que a las torres sois corona, E

cuando de vuestro dueño soberano C
merezcáis ver la celestial persona, E
representadle mi destierro duro. D


Luis de Góngora

EL SENTIDO DE LA RIMA

A través de la rima podemos potenciar el significado del poema. Este efecto es más evidente en el soneto. Para ello las rimas se pueden combinar en función de lo que queremos expresar.

OTOÑO

Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.


¡Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello, que deshojas
tus flores; oh agua, fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!

¡Encantamiento de oro! ¡Cárcel pura,
en que el cuerpo hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
a excelsitud de su verdad divina.


Juan Ramón Jiménez.

Podremos observar ene este soneto las palabras que riman en los dos cuartetos:

Verso 1: movimiento
Verso 4: pensamiento
Verso 5: alejamiento
Verso 8: viento
Verso 2: rojas
Verso 3: hojas
Verso 6: deshojas
Verso 7: mojas

Los dos tipos de rima son diferentes por el sonido, pero también por el sentido. En el primer conjunto de palabras predomina la idea de movimiento. En el segundo, la sensualidad.

El poeta está dominado por el movimiento y la sensualidad del cuerpo, y más tarde se desprende de todo lo corporal intentando alcanzar la verdad divina. En el soneto observamos un pasaje de lo corpóreo a lo divino. En el primer terceto se habla del cuerpo hecho ama y en el último la vida se desnuda y acaba en su verdad divina.

EL HILO CONDUCTOR

Cualquier detalle, elemento, una palabra pueden hilar el poema y ser el centro de la transformación entre el primero y el último verso. Observa el siguiente soneto.

EL DUENDE

Aquí pongo mi mano con su plomo,
en esa tapia dejo mi sombrero
y porque estoy estando verdadero
hasta yo mismo me pregunto cómo.


Aquí no sé si soy o si me invento
viniendo de la noche y sus negruras,
o si es la mano de mis travesuras,
mano del viento o de mi sentimiento.

Vine para que vean que estoy vivo,
que soy ese juguete pensativo
que vuestro niño viejo está manando,

y ahora que me voy y llega el día
con mi mano de la lana y mi alegría
les digo adiós pero me voy quedando.


Manuel J. Castilla